
Suponemos que ha de ser incómodo para el que come, tener a varias personas cerca esperando a que te levantes y así poder ocupar tu mesa.
A pesar de la gran cantidad de mesas, el servicio es bastante rápido, debido al número de camareros y la coordinación de estos.
El lugar es bastante agradable y fresco. El techo está hecho de vides; es un gran placer comer bajo racimos de uvas.

Una ensalada (bien servida, bastante cantidad y productos frescos)
Pan
2 jarras de vino de verano (Muy caras, a 9.25 cada una, aunque estaban muy bien preparadas)
Sardinas a la plancha (Estaban buenas, pero no son comparables a los espetos, que no tenían)
Tres platos de paella (Muy rica, a 6 euros el plato, pero bastante cargadas y con la posibilidad de repetir).
Total unos 50 euros. Aconsejamos pedior la media ración de paella, a 3.5 €, ya que como existe la opción de repetir, sale más económico. Cuidado con pedir determinadas cosas, ya que no te ofrecen carta de precios y te pueden clavar, como a nosotros con el tinto de verano.
Otra cosa a tener en cuenta es el tema del aparcamiento. En Domingo es una locura tratar de aparcar allí. Hay un llano en la parte alta del paseo, aunque suele estar reventado de coches. Lo suyo es irse a las urbanizaciones de la parte más alta. Es una caminata de 10 minutos, pero es que en pleno paseo es misión imposible y seguro que se forman pequeños atascos.
Nuestra nota para Chiringuito Ayo: 3 de 5
